¿Por qué las empresas están pagando por ser hackeadas?
Conocer las debilidades a tiempo permite reparar las vulnerabilidades y evitar grandes pérdidas económicas.
Cada día es más común escuchar que una empresa o instituciones públicas sufren ciberataques que terminan en pérdida de datos o extorsiones millonarias. De hecho, el 69% de las organizaciones de América Latina sufrió algún incidente de seguridad durante el último año.
Las compañías comenzaron a adoptar estrategias preventivas en la lucha contra el ciberdelito tales como el “hacking ético”. Se trata de una solución que ofrecen organizaciones especializadas en seguridad informática y que tiene como objetivo conocer de antemano qué vulnerabilidades tecnológicas presenta una compañía.
¿Qué son los hackers de sombrero blanco y para qué sirven?
Las empresas contratan a expertos en las pruebas de penetración de sistemas informáticos y de software, pero que usan sus conocimientos para fines beneficiosos, a fin de quebrantar las bases de datos o esquemas de las firmas y ayudarlas a identificar y solucionar las brechas de seguridad.
A este tipo de pirata informático se lo conoce como hacker de ‘sombrero blanco’ (White hat), con el fin de diferenciarlo de los ciberdelincuentes, que a menudo llevan el nombre de hackers de ‘sombrero negro’.
Más allá de las constantes actualizaciones de los sistemas y las inversiones en softwares antivirus, los hackers éticos representan una de las armas más poderosas en la batalla contra los piratas de ‘sombrero negro’. Es que sólo estos profesionales pueden anticiparse a las maniobras de los actores maliciosos e implementar su expertise a modo de cortafuegos.